Miércoles 28 May 2008, 12:00

Me levanté con la respiración agitada y el pelo enmarañado .A tientas, di con la persiana y logré abrirla un poco, consiguiendo que un leve atisbo de luz entrara a la habitación.
Me relajó el ver que mi habitación estaba como la había dejado ayer, si quizás un poco desordenada, pero igual al fin y al cabo. Fue entonces cuando Negra, echada a los pies de mi cama hizo un leve movimiento de cabeza me miró y volvió a hacerse un hobillo entre las sábanas.
Comprendí que todo había sido un sueño. Volví a tumbarme he intenté recordarlo.

Por capricho de mis sueños, en éstos, nunca estoy en un sitio fijo y éste sueño en eso, era igual a los otros, a ratos estaba en lo que parecía una antigua casa, oscura, rota, y otros aparecía en una amplio campo, árido.
El sueño había sido angustioso, no sé si huía o era perseguida por algo o alguien.
Intenté abrir una puerta, era de madera y se estremecía cuando intentaba abrirla, como si le doliera el tacto de mis manos. El pomo estaba fijo, no podía apresarlo con las manos porque era demasiado grande y tuve que hacer un gran esfuerzo para poder entornarlo, pero al mismo tiempo estaba en ese campo, esa tierra cubierta por la luna. La luna iluminaba en partes, no era una luz clara ni limpia y sólo reproducía sombras caprichosas, cuando la miraba y ésta se encontraba llena, (que no siempre lo estaba en mi sueño, pues cambiaba constantemente de forma y tamaño) me recordó a la luna de Peter Pan, gorda, blanca, próxima a mi.
La sensación de evaporarme me perseguía, no podía ver a nadie en mi alrededor tanto en la casa como en el campo, allí donde mirara estaba sola, pero sabia que debía avanzar, dirigirme a algún sitio para encontrar algo o fugarme de algo, pero no de paralizarme.
Como había veces que me encontraba en la casa o en el agro, andaba con paso poco decidido porque la inseguridad de que de pronto cambiara de lugar así me forzaba a hacerlo. Pisar en plano o de pronto encontrarme a mitad de las escaleras de esa enorme vivienda me obligaba a ello.

Me volví a acurrucar en la cama, acerque a mi perra contra a mi y me coloque la manta de tal forma que me arropara hasta la mitad de la cara, me sentía cansada y confusa por aquel sueño.

En el ensueño, cuando me encontraba en mitad de esa enorme tierra, recordé que corrí, corrí mucho hacia en frente, hacia el espacio, y que cuando ya había recorrido una enorme distancia me topé con un muro, un muro enorme que de pronto parecía rodear toda la inmensidad de aquel prado salvaje. Las piedras que lo formaban eran de proporciones agigantadas y mirando hacia arriba no podías ver nada de lo que ocultaba aquel sombrío muro.
Ahí fue cuando me desperté. Quizás debía haber intentado brincarlo o quizás si hubiera seguido mi sueño hubiera podido sobrevolarlo y ver la figura que crearía desde el cielo, pero yo no le puse fin a ese sueño y desperté.

http://es.youtube.com/watch?v=EqP3wT5lpa4
John lennon

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