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The Leisure Society: seducción en una cueva

Jue 21 Ene – The Leisure Society

inicio inesperado de la temporada de conciertos 2010. y no porque no se me hubiera cruzado por la mente la posibilidad de ir a ver a the leisure society después de la buena impresión que dejaron con su actuación el verano pasado en el faraday festival; pero al final había optado por un "no" que a última hora se transformó en un "sí" al regalarme (gracias) una entrada el equipo de jenesaispop mediante concurso.

sin engañarnos: la ubicación del concierto en la sala sidecar tampoco me entusiasmaba. recordando el amplio despliegue de músicos de la banda en su visita a la platja del far, no podía imaginarme cómo iban a arreglárselas en un escenario tan pequeño, al tiempo que se apoderaba de mí una versión refunfuñona y carca de mi ser, agobiada con el humo y la visibilidad complicada incluso estando en cuarta fila, y que se preguntaba reiteradamente por qué se programaría un concierto de este tipo en sidecar.
eso hasta que the leisure society subieron al escenario, claro, e hicieron que me olvidara de entorno e incomodidades, y es que la banda británica hizo suya esa pequeña cueva (seis músicos prácticamente atrapados entre sus instrumentos; helen whitaker, que tocó la flauta e hizo coros en verano, se quedó en casa), e ignorando esa falta de espacio manejaron la velada con naturalidad y simpatía ante un público sin duda entregado a las conmovedoras melodías de su debut ("uno de los debuts del año, sin duda", como dijeron por detrás; luego también dijeron "ésta canción es una copiada de neil young" como reproche).

la música de the leisure society se afinca en un lugar cálido al que llegaríamos siguiendo un hilo que enlaza el pop redondo de belle & sebastian o the divine comedy en su vertiente más reposada con el folk de tinte psicodélico de finales de los sesenta y principios de los setenta -azotado por el sol de california- y del cual estirando se puede llegar luego hasta otras referencias como nick drake, it's a beautiful day o the kinks. con el ukelele bajo el brazo, nick hemming abrió la noche con la magia nocturna, como la de un arrullo, de 'the darkest place i know', pero varios de los cortes de su primer disco sonaron más contundentes (la breve 'love's enormous wings', el single 'save it for someone who cares') aunque igualmente mimadas en el detalle: harmonías vocales nítidas, sección de cuerda subrayando la gradación emocional (graciosa estampa la del arco del violín tocando el techo de sidecar según la posición) y en todo momento -y eso es innegable- un sonido sin un ápice de suciedad. lejos de caer en la linealidad, el repertorio tuvo diversos momentos destacables como su conocida versión de 'cars' de gary numan (uno de los momentos más pastorales y libres), la profundidad vocal y resolución épica de la emocionante 'we were wasted' (como dijo nick, una pequeña narración de los excesos de juventud) o el crescendo de ese estribillo perfecto de 'a matter of time', que cerró el set principal.

el grupo no le fue a la zaga al público en entusiasmo, y motivos no les faltaban; quizás intuían que les estaba saliendo otro concierto redondo. veamos: solidez, buenas canciones, sonido intachable, actitud más bien modesta… sí, supongo que fue de sobresaliente. si.

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